Gustavo Petro, presidente de Colombia 2022-2026 / Gustavo Petro, président de la Colombie 2022-2026 (Sebastian Cortés y Ana Sofía Torres)
Gustavo Petro, presidente de Colombia 2022-2026
Sebastian Cortés y Ana Sofía Torres por el OEC
Hoy es para algunos un sueño hecho realidad, para otros una pesadilla que cobra vida. También es un momento histórico. Es la primera vez que Colombia elige a un presidente de izquierda, y como vicepresidente a una lideresa afrodescendiente. En un país dominado institucionalmente por la derecha y que ha excluido de los espacios de poder a las minorías étnicas y a los grupos de izquierda durante toda su historia, representa sin duda una ruptura. En efecto, el candidato del Pacto Histórico con 11.281.013 (50,44 %) de los votos derrotó al candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción que a su vez obtuvo 10.580.412 (47,31 %) de los votos. La diferencia de 700 601 votos determinó los resultados de la jornada electoral del 19 de junio. Además es la oportunidad para Colombia de alinearse con otros líderes regionales como el presidente de Chile, Gabriel Boric. Por su situación geográfica y su tradicional nexo con Estados Unidos, la postura de Colombia en relaciones internacionales es importante de tener en cuenta al analizar la geopolítica de la región.
Mucho se ha escrito sobre Petro y su figura, muchos lo quieren calificar como “outsider”, pero eso sería pasar por alto que perteneció a la guerrilla del M-19, su larga carrera política como alcalde de Bogotá y como senador, su experiencia como orador, y sus previas campañas a la presidencia. Petro seguramente representa un cambio sobre las prioridades y los valores del gobierno, pero no sobre la organización y el funcionamiento de las instituciones. Esta elección es el resultado de un trabajo de largo aliento.
Su victoria se explica por su capacidad de movilizar a los abstencionistas y de mantener (y aumentar en número) su victoria en los departamentos que ya estaban a su favor en la primera vuelta. Es importante recordar que el futuro presidente perdió en lugares clave para el país, principalmente donde el “NO” ganó en el plebiscito sobre los Acuerdos de Paz en 2016, como el valle de Aburrá, Santander, Norte de Santander y Boyacá (gráfico 1). Esto le genera un reto al enfrentarse a un país dividido y polarizado con más de 10 millones de votos en su contra.
Gráfico 1
Fuente: CNN en español
Verde: Voto por el SÍ en el plebiscito de 2016 Rojo: Voto por Gustavo Petro en las elecciones de 2022
Naranja: Voto por el NO en el plebiscito de 2016 Amarillo: Voto por Rodolfo Hernandez en las elecciones de 2022
Con respecto al reconocimiento de los resultados de parte de los contrincantes del presidente electo, estas elecciones se caracterizaron por haber tenido respuestas rápidas de la parte del ingeniero Rodolfo Hernández, del candidato de la derecha Fico Gutiérrez y hasta del expresidente Álvaro Uribe Velez. El primero aceptó el resultado a través de un video con el objetivo de proteger el orden institucional colombiano, el segundo manifestó su preocupación a través del siguiente mensaje publicado en twitter haciendo referencia a ciertos temas que le eran criticados al candidato de izquierda “Petro, espero que su gobierno no sea el reflejo de su campaña. Que su presidencia dure 4 años y no más. Que respete la propiedad privada, la libre prensa, la iniciativa empresarial, el ahorro de los colombianos, a los opositores y a quienes pensamos muy diferente a usted.” Finalmente, el expresidente Uribe se pronunció sobre la victoria del candidato simplemente reconociendo su presidencia.
También se presentaron apoyos internacionales y reconocimientos de los principales líderes de la región como el presidente de Chile, y el presidente de Estados Unidos a través de su secretario de Estado, entre otros. Estos reconocimientos permitieron que no se presentaran marchas ni manifestaciones contra el candidato. De esta manera, la organización de las elecciones presidenciales en Colombia puede considerarse un éxito técnico y político, como lo ha confirmado la misión de observación electoral de la Unión Europea.
Una mirada al futuro que le espera a Gustavo Petro
El futuro presidente se enfrenta a un reto de gobernabilidad ya que por ahora no cuenta con una mayoría en el congreso así cuente con la bancada más grande. Cuenta con ciertos apoyos del partido COMUNES, las curules de FARC y las circunscripciones indígenas MAIS (Movimiento Alternativo Indígena Social) y AICO (Movimiento Autoridades Indígenas De Colombia). Sin embargo, necesitará negociar con la Alianza Verde y el Partido Liberal para llevar a cabo algunas de sus propuestas más ambiciosas. Varios de sus opositores ideológicos han afirmado desde ya que le harán una oposición contundente entre ellos los senadores Miguel Uribe Turbay y María Fernanda Cabal. No solo la derecha ha anunciado la vigilancia que mantendrá sobre este nuevo gobierno, también los partidos tradicionales y hasta el centro han reiterado su rol de veeduría ciudadana.
En respuesta a este posible obstáculo, el futuro mandatario había afirmado en su campaña electoral que iba a declarar Estado de Emergencia Económica bajo el argumento de acabar con el hambre en el país, para poder gobernar a través de decretos. Esta propuesta ya preocupa a una parte del electorado. Aunque le daría más margen de maniobra para llevar a cabo sus proyectos, puede ser perjudicial para la democracia al no contar con la participación del congreso para su aprobación. Las próximas semanas nos dejarán ver con claridad si Petro se va a decantar por alianzas en Congreso; tal vez dejándoles puestos de alto rango en el gobierno a los liberales o inclinándose por el gobierno por decretos. A nivel práctico, Petro deberá encontrar una figura más conciliadora con el llamado “establishment”, es decir el sector privado e instituciones como los militares con los que tiene un historial de relaciones complicadas. La buena articulación entre su gobierno y estas entidades es clave si quiere poder implementar su programa.
A nivel económico, la materialización de sus propuestas deberá pasar por una ambiciosa reforma tributaria. Como señalado por la Silla Vacia, Petro ha explicado buscar un tributaria que recaude 55 billones de pesos, por cuenta de cobrarle más impuestos a las 4.000 personas más ricas del país y modificar el impuesto de renta empresarial, para que se calcule sobre las utilidades y no sobre los ingresos menos deducciones. Pero varios economistas como Juan Felipe Bernal, profesor de Macroeconomía de la Universidad Javeriana de Bogotá, explican que aún así las cuentas no dan.
De manera más general, el verdadero reto de Petro será manejar las expectativas que les ha hecho a sus electores. Petro representa la esperanza de un cambio para millones de ciudadanos, pues su programa es rico en promesas de justicia social y protección del medio ambiente. Para empezar, crear empleo y oportunidades para los sectores más marginados de la sociedad será clave para responder a las demandas de la población que se unió al paro social de 2021.
Gustavo Petro, président de la Colombie 2022-2026
Au début de la campagne électorale, ce titre ressemblait davantage à un slogan politique qu'à un scénario envisageable. Aujourd'hui, c'est pour certains un rêve devenu réalité, pour d'autres le début d’un cauchemar. C'est aussi un moment historique pour la Colombie, qui élit pour la première fois un président de gauche et, comme vice-présidente, une leader afrodescendante. Dans un pays institutionnellement dominé par la droite et qui a exclu les minorités ethniques et les groupes de gauche des espaces de pouvoir tout au long de son histoire, un tel moment représente sans aucun doute une rupture. En effet, avec 11.281.013 (50,44%) des voix, le candidat du Pacte Historique a battu son adversaire de la ligue des anti-corruption qui a obtenu 10.580.412 (47,31%) des voix. 700 601 votes ont ainsi déterminé les résultats de la journée électorale du 19 juin. Ce changement de mandat présidentiel est aussi l'occasion pour la Colombie de s'aligner sur d'autres leaders régionaux tels que le président Boric du Chili. En raison de sa situation géographique et de son lien traditionnel avec les États-Unis, il est important de garder à l'esprit la position de la Colombie dans les relations internationales lorsqu'on analyse la géopolitique de la région.
Pendant la campagne, la figure de Petro a parfois déchaîné les passions et certains observateurs ont décrit le candidat comme un "outsider". Une telle qualification ne semble pourtant pas très adaptée, au regard de la forte et ancienne participation du futur président a la politique colombienne, via le mouvement de guérilla M-19, une longue carrière politique en tant que maire de Bogota et sénateur, unr expérience d'orateur et de précédentes campagnes pour la présidence. Petro représente sûrement un changement dans les priorités et les valeurs du gouvernement, mais pas dans l'organisation et le fonctionnement des institutions. Cette élection est d'ailleurs pour lui et son parti le résultat d'un travail de longue haleine.
La victoire du Pacte Historique peut s'expliquer par sa capacité à mobiliser les abstentionnistes et à accroître encore ses soutiens dans les départements qui lui étaient déjà favorables au premier tour. Il est important de rappeler que le futur président a perdu dans des lieux clés pour le pays, qui coïncident néanmoins avec les zones où le "NON" a gagné lors du plébiscite sur les accords de paix en 2016, comme la vallée d'Aburrá, Santander, Norte de Santander et Boyacá (voir figure 1). Cette géographie électorale tranchée constitue un défi pour le gouvernement entrant. Elle cristallise la polarisation et la division au sein du pays, et rappelle que 10 millions de voix se sont exprimées contre Gustavo Petro.
Figure 1
Source: CNN en espagnol
Vert : Vote OUI au plébiscite de 2016 Rouge : Vote pour Gustavo Petro aux élections de 2022
Orange : Vote NON au plébiscite de 2016 Jaune : Vote pour Rodolfo Hernandez aux élections de 2022
En ce qui concerne la reconnaissance des résultats, les adversaires du président élu, Rodolfo Hernández, Fico Gutiérrez et même l'ancien président Álvaro Uribe Velez, ne se sont pas fait attendre. Le premier a accepté le résultat par le biais d'une vidéo visant à protéger l'ordre institutionnel colombien, le second a exprimé son inquiétude par le biais du message suivant publié sur twitter faisant référence à certains points reprochés au chef du Pacto historico "Petro, j'espère que votre gouvernement ne sera pas le reflet de votre campagne. Que votre présidence durera 4 ans et pas plus. Que vous respecterez la propriété privée, la presse libre, la culture entrepreneuriale, l'épargne des colombiens, vos opposants et ceux d'entre nous qui pensent très différemment de vous". Enfin, l'ancien président Uribe s'est prononcé sur la victoire du candidat en reconnaissant simplement sa présidence.
Les principaux dirigeants de la région, tels que les présidents chiliens et étasuniens, ont également reconnu officiellement la victoire de Petro. Ces reconnaissances internationales ont favorisé l’acceptation de ce résultat par la population et de limiter les contestations. Ainsi, l'organisation des élections présidentielles en Colombie peut être considérée comme un succès technique et politique, comme l'a confirmé la mission d'observation électorale de l'Union européenne. La Colombie consolide ainsi sa position de démocratie mature et exemplaire pour la région Amérique latine et Caraïbes.
Un regard sur ce que l'avenir réserve à Gustavo Petro
Le futur président est d’ores et déjà confronté à un défi de gouvernance car il ne dispose pas, pour le moment, de la majorité au Congrès. Il bénéficie d'un certain soutien du parti COMUNES, des sièges des FARC et des circonscriptions autochtones MAIS (Movimiento Alternativo Indígena Social) et AICO (Movimiento Autoridades Indígenas De Colombia). Cependant, il devra négocier avec l'alliance des Verts et le parti libéral pour réaliser certaines de ses propositions les plus ambitieuses. Plusieurs de ses adversaires idéologiques ont déjà déclaré qu'ils s'opposeraient à lui avec force, notamment les sénateurs Miguel Uribe Turbay et María Fernanda Cabal. La droite n'est d'ailleurs pas seule à avoir annoncé sa vigilance à venir vis-à-vis du nouveau gouvernement : les partis traditionnels et même le centre ont eux aussi fait valoir leur volonté de jouer un rôle de garde-fou.
En réponse aux difficultés que pourraient poser l’absence de majorité, le futur président avait annoncé lors de sa campagne électorale qu'il déclarerait l'état d'urgence économique sous motif de vouloir éradiquer la faim dans le pays. Tout en lui donnant une plus grande marge de manœuvre pour réaliser ses projets en gouvernant par décrets, une telle mesure lui permettrait effectivement de contourner le Congrès en cas de blocage. En même temps, cet état d'urgence pourrait aussi être préjudiciable à la démocratie et au bon fonctionnement des institutions. Les semaines à venir montreront clairement si Petro optera pour des alliances au Congrès, en laissant par exemple les postes gouvernementaux de haut rang aux libéraux, ou en optant pour un gouvernement par décret.
Pour pouvoir mettre en œuvre son programme, Petro devra aussi réfléchir au moyen de dialoguer avec ce que l'on appelle "l'establishment", composé par des acteurs avec lesquels il semble entretenir des rapports houleux, notamment les firmes du secteur privé et les institutions telles que l'armée. Sur le plan pratique, la concrétisation de ses propositions passera par une réforme fiscale ambitieuse. Comme le souligne La Silla Vacia, Petro a expliqué qu'il cherchait un système fiscal permettant de récolter 55 000 milliards de pesos, en imposant davantage les 4 000 personnes les plus riches du pays et en modifiant l'impôt sur les sociétés, afin qu'il soit calculé sur les bénéfices et non sur les revenus moins les déductions. Cependant, plusieurs économistes à l’image de Juan Felipe Bernal, professeur de macroéconomie à l'Universidad Javeriana de Bogotá, estiment que ces chiffres ne concordent pas.
Plus largement, le véritable défi de Petro sera de répondre aux attentes qu'il a suscitées chez des millions de Colombiens. Avec un programme ambitieux en matière de justice sociale et de protection de l’environnement, il représente en effet un véritable espoir de changement. En premier lieu, la création d'emplois et d'opportunités économiques pour les secteurs les plus marginalisés de la société sera essentielle pour répondre aux demandes de cette frange de la population qui a rejoint les mouvements sociaux en 2021.